1- LA WEB 2.0: "THE MACHINE IS USING US"
De este cambio se ha ido nutriendo la web desde entonces -y lo seguirá haciendo- para evolucionar día a día con los miles de millones de conexiones, posts y búsquedas de los usuarios. Estos comportamientos hace que el usuario "enseñe" y actualice a la "máquina" miles de millones de veces más rápido de lo que un solo individuo podría asimilar.
La web se ha convertido en una especie de tienda en la que el usuario puede ver el producto, pero también lo puede exponer, modificar, manipular, cuestionar, compartir, cambiar... y además también puede interactuar con otros usuarios que hayan realizado cualquiera de las acciones anteriores.
En la parte final del vídeo, Michael Wesch apunta la necesidad de reflexionar sobre varios conceptos que esta nueva era en la que vivimos, la era digital,(que toca la realidad diaria gran parte de la población) pone en jaque: autoría, privacidad, ética, gobierno, nosotros o familia. Términos que la web 2.0 somete a revisión puesto que, como decreta el autor: "the web is us"
2- CÓMO SE ORGANIZA LA INFORMACIÓN: "INFORMATION R/EVOLUTION"
En este segundo vídeo, se hace patente cómo las nuevas tecnologías economizan de forma monstruosa la búsqueda y el acceso a la información. Los algoritmos de los buscadores web hacen posible que la palabra sea la única categoría por la que nos tenemos que preocupar en la jerarquía de nuestra búsqueda.
La digitalización ha cambiado para siempre la forma en que se organiza la información.
En otras intervenciones, los alumnos dejan constancia de la falta de interés en el ámbito académico, conectándose a internet, escuchando música o viendo la televisión muchas más horas de las que dedican a los estudios. De ello podemos inferir que es necesaria la búsqueda y aplicación de métodos que motiven y den voz al estudiante, que ha de sentirse útil y visible, pues es el auténtico protagonista.
3- LOS ALUMNOS OPINAN: "A VISION OF STUDENTS TODAY"
En el último vídeo de los visualizados en este ciclo de
Michael Wesch se pone el foco en las opiniones de los estudiantes sobre el
sistema educativo en el que están inmersos; un sistema que ordena y clasifica
la información en asignaturas estructuradas mediante horarios y patrones en
aulas de más de 100 alumnos que presencian ponencias, disertaciones y clases
magistrales durante horas.
Hay un claro desajuste entre lo que propone el aparato educativo
y el mundo líquido y cambiante que rodea al alumnado. Una frase que ilustra la
anterior afirmación a la perfección es la que se lee en una de las intervenciones
por parte de una alumna, que escribe en un cartel lo siguiente: “probablemente
cuando me gradúe tendré un trabajo que aún no existe”.
En otras intervenciones, los alumnos dejan constancia de la falta de interés en el ámbito académico, conectándose a internet, escuchando música o viendo la televisión muchas más horas de las que dedican a los estudios. De ello podemos inferir que es necesaria la búsqueda y aplicación de métodos que motiven y den voz al estudiante, que ha de sentirse útil y visible, pues es el auténtico protagonista.
David
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